Las opciones realmente difíciles, entonces, no son del tipo bueno-versus-malo. Son del tipo bueno-versus-bueno. Son dilemas genuinos precisamente porque cada lado está firmemente arraigado en alguno de nuestros valores centrales. Cuatro de estos dilemas son tan comunes en nuestra experiencia que constituyen modelos o paradigmas:
Verdad versus lealtad
Individuo versus comunidad
Corto plazo versus largo plazo
Pero analizar un dilema - incluso identificarlo con alguno de nuestros paradigmas - no es lo mismo que resolverlo. Una solución nos obliga a escoger la opción más correcta bajo las circunstancias, y eso requiere algunos criterios para la toma de decisiones.
Verdad versus lealtad
Individuo versus comunidad
Corto plazo versus largo plazo
Pero analizar un dilema - incluso identificarlo con alguno de nuestros paradigmas - no es lo mismo que resolverlo. Una solución nos obliga a escoger la opción más correcta bajo las circunstancias, y eso requiere algunos criterios para la toma de decisiones.
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